Por: SERGIO ARTURO ORTEGA ALVARADO
(Ser Sembrador)
En este artículo, termino con el corolario de los principios de la comunicación.
Nos quedamos en que el joven ya sabía a qué hora ella salía al pan, y ya tenía su teléfono. Ellos se siguieron frecuentando; hasta hacerse amigos. Y después; muy buenos amigos, hasta simpatizarse mutuamente. Y con el tiempo; se hicieron novios. Novios enamorados que se querían y que empezaron a conocer los principios del amor: comprendiéndose, acompañándose, extrañándose, ayudándose, apoyándose y respetándose; porque sabían que eso los podía llevar a la construcción del verdadero amor. Él; en ningún momento pidió pruebas de amor genital. Tampoco se sintió el príncipe con la princesa, no. Se ubicaron en su verdadera vida, en su verdadero sentir, creando su propia historia de amor. ¡Y no una histeria de amor!
| En una ocasión, y casualmente: él se subió a un camión y ella iba sentada en un asiento de ese mismo camión. Y sin que ella se diera cuenta: se sentó a su lado; volteo a verla; y le dijo: – ¡Te quiero mucho!- Ella volteo a mirarlo y sorprendida, de inmediato le dio un abrazo y un beso, diciendo: -¡Yo también!- (Comunicación del amor o del sentimiento).
¿Qué quiere decir esto? Pues que la comunicación tiene principios. Y si los conocemos, y los sabemos emplear: no caeríamos en errores. Porque… ¡imagínate!, que sin tener la costumbre. ¡Ahorita!, le digas a tu hijo, o a tu hija; a tu esposa o a tu esposo; a tu novia o a tú novio; que le digas, muy apasionadamente: ¡Te quiero muuucho! ¡No lo hagas! ¿Sabes por qué? Porque se te van a quedar mirando, y te van a decir, desconfiadamente: ¡Algo quieeeres!
Para que no te digan: ¡Algo quieeeres! Aprende a utilizar y enseña a utilizar los principios de la comunicación. Lo que piensas; lo que sientas; lo que desees; lo que ames; lo que decidas; lo que conozcas: a todo dale un principio y sensibiliza. Empieza desde la comunicación socializadora, del conocimiento, del pensamiento, hasta llegar a la del sentimiento. Y si ya socializas, y compartes lo que conoces y piensas; atrévete a llegar a la comunicación más profunda: la del sentimiento, con el fin de llegar a la comunicación del amor, por lo que vives, por lo que crees y por lo que amas.
Con esto te podrás dar cuenta de la inmensidad e importancia de la comunicación, para no quedarte en el abismo del silencio. “El Silencio es Oro”, “Los Sonidos del Silencio”. Dos extraordinarias canciones, que nos hacían recordar, románticamente: cómo disfrutar el silencio, para no perdernos en él, como sus víctimas: las víctimas del silencio.
Por este último párrafo, que por cierto: me recodo a nuestro amigo Gabito Rocker que lee mis artículos y que escribe para un periódico de Hidalgo, vamos a continuar escribiendo sobre el fascinante mundo de la comunicación.
¡¡QUE DIOS LOS BENDIGA!!
¡Tú Vales Mucho!
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