PASAJES DE MI VIDA CUATRO
EL BULYING Y MI SALVACIÓN
El bullying; solo condena y maltrata de por vida, a las personas que no saben, que no quieren, o que no son orientadas, para sacarle provecho al sufrimiento involuntario y abusivo, que recibimos en el pasado. No con rencor, ni para buscar venganza. Simplemente, aprendiendo a perdonar. Y aprendiendo a dejar de cargar algo que no nos corresponde, y evitando que se repita. Porque nadie, sea quien sea, nadie tiene derecho a causarnos daño. Pero hay que romper el silencio. Y ahorita te platico, quien me ayudo a enfrentar mi bullying.
PASAJES DE MI VIDA CUATRO
Al acordarme que mi padre dijo que yo era muy inteligente, pensé: si éste niño disfruta causándome dolor; le voy a hacer creer que no me duele, y así me va a dejar en paz. ¿Pues qué crees? Así lo hice. Cuando ese niño me volvió a pegar, en la lesión de mi pie. Voltee. Y me le quede mirando con una sonrisa, haciéndole creer que no me dolía. A ver si dejaba de hacerlo ¿Y qué creees que paso? ¡No me funcionó! Y el niño lo seguía haciendo con más saña. Y yo, ya no solo sonreía. Me dio risa. Pero me dolía más. ¿Y sabes porque me reía?, ¡porque mi inteligencia no funcionó! Y este creyó que me burlaba de él y… ¡me fue peor! (Ahorita mis ojos no se llenaron de lágrimas. Me dio un ataque de risa). ¡Quién iba a pensar, que después de muchos años, ahora me estoy burlando de ese niño! ¿Verdad? Y lo más importante, es que la actitud maligna de ese niño, no logró traumarme, o frustrar mi vida. Porque; a medida que conozcas otros pasajes de mi vida, te vas a dar cuenta, que todo ese sufrimiento, me sirvió, para salir adelante. Porque después de muchos años, me sigo burlando de él, con mi superación.
Todo esto me ha servido, para recordar a un personaje de mi vida. Se llama Nestor; el clásico niño gordito. En una ocasión, el niño que me maltrataba, lo volvió a hacer, y me hizo llorar. Yo estaba llorando. Y de los demás niños, nadie decía nada. Y a pesar de que estaba llorando, me quiso seguir pegando, hasta que de repente, quien sabe porque volteé a ver a Nestor. Él ya había visto, anteriormente, que el niño me lastimaba, pero no se metía en problemas. Y esta vez, cuando NESTOR me miró a los ojos, y me vio llorando; se puso como fiera, y se le echó encima. Con el peso de Nestor, se cayeron los dos al piso. ¡Pero Nestor le cayó encima! El otro niño se pegó muy feo en la cabeza. Todavía percibo el ruido que hizo su cabeza al caerle Nestor tan violentamente. El niño si pegó un fuerte grito de dolor. ¡Yo me asuste!, porque el niño se quedó tirado en el suelo, llorando. ¡Y fíjate, ahora sí todos voltearon a ver qué pasaba! Total que se hizo un borlote. Nuestra maestra preguntó, que qué había pasado. Nadie dijo nada. Y cuando vio a Nestor. Él también estaba muy asustado, pero también estaba como trabado de coraje. La Maestra se preocupó más por Nestor, porque el otro niño solo lloraba, pero Nestor estaba como enfurecido desde que se puso de pie. Y al preguntarle la maestra, que qué le paso. Nestor grito encolerizado: -¡¡Es que ya no lo aguanto!! ¡¡Es muy encajoso!!-. ¡Hasta la maestra se asustó con el grito de Nestor! ¡Yo creo que todos nos asustamos! De la forma en que grito. ¿Y, qué crees que paso? Sí. A la próxima te lo cuento.
¡Tú Vales Mucho!
