PASAJES DE MI VIDA CINCO
BULLYING.- El mejor antídoto contra el bullying, es: el fortalecimiento de la autoestima y el rompimiento del silencio, para la víctima y sus padres; el no ignorar al que sufre: ayudándole; y quitando el poder al que acosa, uniéndose a un grupo. O haciendo amigos. Y la mejor ganancia o trofeo para la víctima del Bullying, es superarlo y compartirlo, para dar salidas a los que lo padecen.
PASAJES DE MI VIDA CINCO
MI BULLYING Y SUS MENSAJES
El niño que me pegaba, fue llevado a la dirección, junto con Nestor. Yo me quedé preocupado por Nestor, porque él se metió en problemas por ayudarme. Yo y mi preocupación estábamos en el salón, pero de repente me llego otra preocupación: llego la secretaria del director, y le dijo a la maestra que venía por mí porque lo ordenaba el Director. Yo; nada más escuche lo de la dirección, y me dio mucho miedo. Cuando llegue a la dirección. ¿Qué crees que paso? Apenas entre a la dirección, y ahí estábamos: El bueno (Nestor), el malo (el que maltrata), y el feo (yo). Cuando me vieron. Entre Nestor y el malo, delante del director, señalándome y al mismo tiempo, dijeron: ¡Él es! (Ahorita me dio un ataque de risa, porque yo no hice nada, y yo era el culpable, pero lo que más quiero resaltar, es la sabia actitud del Director, síguele). Yo nada más de escuchar eso, me puse muy nervioso, miedoso, espantado, tembloroso, y demás. Pero Nestor me calmo; cuando dijo, señalando al malo: -Es que este niño siempre le lastima su pie a él (osea a mí)-
La sabiduría del director lo callo, al decirme: ¡lo clásico!: -¿Y por qué no le dice a la maestra?-. Cunado dijo esto, me puse a llorar. (Me llega, me llega esto que viene a mi mente). El director se enojó más, y me dio un santo jalón de orejas, que por mi debilidad en la piel, recuerdo que casi me la arranca. Y fíjate que después de gritar, ya no llore. Simplemente me quedé callado. El Director nos mandó a nuestro grupo.
Cuando salí de la dirección, me toque mi oreja, y en mis dedos quedó la sangre. Pero ni dolor sentía, porque Nestor me abrazo y con su brazo en mis hombros, así nos fuimos al salón. Yo me sentía potente, al sentirme abrazado por Nestor y atravesar todo el patio para llegar al salón.
Cuando llegué a la casa, mi pobre madre se dio cuenta que traía sangre en el oído, y me dijo: - ya te volviste a sangrar-. Me abrazó y continuó diciéndome, muy apaciblemente: -Ya no te rasques hijo- Yo recuerdo que tenía ganas de llorar. Pero ya no lo hice. Como que me sentía culpable de lo que me pasaba. Porque: ¿Sabes que le dije a mi mamá? ¡Nada! Todo el suceso me lo guarde. ¿Sabes por qué? Porque yo me imagine, que a mi mamá, el Director le podía hacer lo mismo. Lo que si le dije con mucho orgullo, fue; que ya tenía un amigo en la escuela. Y que estaba grandote y muy fuerte. Que se llamaba Nestor (Donde quiera que estés querido amigo, te doy las gracias, mis ojos se han llenado de lágrimas. Y estoy llorando. Como quisiera que la vida me pusiera ante ti, para hablar de tu noble bondad de niño: ¡Gracias!, querido amigo Nestor). Con esto, aprendí, que la mejor forma de defenderse del bullying: era rompiendo el silencio. ¿Sabes quién me enseño esto, indirectamente?: ¡El malo!. Porque nada más lo agredio Nestor, para defenderme, ¡y pegó un santo gritóte! que todos se acercaron. Y hubo hasta quién lo cobijo. ¡Ah…! Y también, otra forma de detener el bullings, es: No ignorando al que sufre; ayudándole. (Ese pensamiento de no ignorar al que sufre, vieran cuantos problemas me ha traído, pero ya te los contaré).
A partir de ahí, empezamos a hacer un grupo de amigos. Mientras tanto ya éramos amigos: El gordo (NESTOR) y el silencioso (Yo). Ya después se nos unieron otros: el flaco, el marciano, el Rubén, que ya era muy amigo de Nestor, y Tomas.
Éramos el grupo de los callados y aventureros. Nos sentíamos aventureros, porque nos íbamos a los columpios, ¡que estaban a un lado de la Escuela, tu crees!
