LOS ALCANCES DE LA COMUNICACIÓN SOCIALIZADORA
Por: SERGIO ARTURO ORTEGA ALVARADO
Ser Sembrador
Dentro de los principios de la comunicación, vamos a tomar en cuenta, la comunicación socializadora. Esta comunicación es la que abre puertas, como: ¡Buenos días!, ¡buenas tardes!, ¡buenas noches!, ¿cómo estás?, ¡que Dios te bendiga!, ¡adiós! ¿Cómo te fue? ¡Que te valla bien! Entre otras, ésta es la comunicación que sociabiliza. Algunos podrían preguntarse: y… ¿qué beneficio me traería?, y ¿cómo podría beneficiar a mis hijas (os), esta comunicación? En seguida un ejemplo:
Ejemplo de la comunicación socializadora y sus beneficios.
Imagínate a la clásica Sra. que siempre por las tardes, saca su silla y se sienta afuera de su casa. Toda la gente que pasa por ahí siempre la saluda. Y de repente, pasa una Sra. con sus hijos, y como siempre que pasa, ni siquiera voltea a ver a la doña, y menos a saludarla. Un día, como muchos otros, la doña está sentada en su silla, afuera de su casa. Y de repente, desde ahí, alcanza a ver, que en la esquina, les están pegando a unos niños. Al escuchar el escándalo, sale la hija de la doña, y después de ver lo que pasaba, le dice a la doña: – ¡Ahhh, mamá! les están pegando a los hijos de la Sra. que siempre que pasa por aquí, ni siquiera te saluda. Y la doña no hace nada.
Veamos el caso contrario: la doña está sentada afuera de su casa, y pasa la Sra. con sus hijos, y casi todos al mismo tiempo saludan a la doña. Hasta el niño de un año saluda, diciendo: naña ña noña (pero saluda). Un día la doña está sentada en su silla, y de repente, se hace un borlote en la esquina. De inmediato le habla a su hija y le dice: ¡corre!, ve a ver qué pasa en la esquina. La hija, después de ver lo que pasaba, regresa y dice: ¡mammmá!, ¡le están pegando a los niños de la Sra. que siempre pasa y te saluda! La doña; de inmediato se para y dice: ¡corre! ve y háblale a la Sra. Yo voy a ver que hago.
Reflexión: La comunicación interfamiliar, desde el buenos días, hasta el buenas noches; socializa a los hijos en su familia y en su sociedad. Es increíble, como unas, aparentemente simples palabras, pueden ayudar a evitar, problemas familiares, apatía social y descomposición de comunidad. Si tú ya pones en práctica este primer principio de la comunicación, ¡Felicidades! Si no es así; empieza: ¡Qué Dios te bendiga, hija (o), familia, esposo, esposa!, ¡buenos días Sr., Sra., vecino, vecina! ¡Sonríeles al saludarlos! ¡Irradia tu alegría por vivir, con una simple, pero maravillosa expresión de lo que digas, con agrado!, ¡con mucho agrado! Así estarás alegrando el día, la tarde.., ¡o la noche! De los que necesitan saber que existen en ti; de los que necesitan saber que existen; de los que necesitan saber que viven; de lo que necesitan saber que conviven en su sociedad. Empieza. Recuerda al pequeño niño del ejemplo, que no sabe ni hablar, pero dice “naña ña noña”, porque alguien le está enseñando a sociabilizar desde pequeño. ¡Tú eres el maestro o la maestra de tus hijas (os)! ¡Tú eres el tutor o tutora de tus hermanos (as)! ¡Tú eres el vigía de tus vecinos; tú eres uno de los guías en tu sociedad! ¡Tú; eres tú! ¡Yo; soy yo! Y juntos somos: nosotros. Y si nosotros fortalecemos este primer principio de la comunicación, la comunicación de la sociabilización, venceremos la apatía social, convirtiéndonos en la doña que está pendiente, para defender la convivencia social, por el bien de la familia.
¡Buenos días! ¡Buenas tardes! ¡Buenas noches! ¡¡QUE DIOS TE BENDIGA!!
¡Tú Vales Mucho!
