Este artículo es en honor a los niños de Hospital Psiquiátrico Infantil, que me enseñaron muchísimo con sus conductas. Por eso, nunca podré olvidar lo de las tres edades. Y menos, al recordar a un niño que vivía y sobrevivía en posición fetal, teniendo una edad cronológica de 14 años; una edad física de 6, y una edad mental de 8 meses…
UN DIAGNÒSTICO DE VIDA PARA LA VIDA
Por Ser Sembrador
Que titulo tan extraño, pero tan significativo, como para tomarlo en cuenta. Empezando; porque se trata de una evaluación del trayecto de vida que tenemos, para considerarlo, y como dice la metodología: para darnos cuenta de nuestras debilidades y desarrollar fortalezas. Y, principalmente, para saber dónde y por qué nos atrasamos. Lo primero en considerar es la edad que tenemos. Y te prometo que no le voy a decir a nadie que ya tienes… ¡los que tienes! Pero, ¿qué edad tienes?: 3, 6, 9, 12, 15, 18, 30, 50, 60, 90 o 100, o chen. Sí. Por lo del chiste: -¿Cómo se dice 99 en chino? Cachi chen- Aunque te voy a decir que en Italiano chen significa 100, por eso como buen augurio en Italia se dice: ¡Chen tal!, o sea que se desea que la persona viva 100 años. Por eso: ¡Chen Tal! Amigos y amigas, que me leen.
Pero continuemos con nuestro tema. Todos tenemos tres edades: la edad cronológica, o edad verdadera; la edad física, o edad corporal; y la edad mental, o edad de capacidad de pensar, con un espíritu equilibrado. Por eso se dice que existen los jóvenes viejos, es decir: los que teniendo edad cronológica de joven: se ven físicamente viejos. Y los viejos jóvenes. O sea, los que teniendo edad cronológica de viejos, se ven físicamente como jóvenes: siguen corriendo, caminado, bailando: rap, hip hop, ¡la que les pongan!, y piden más, y no necesitan red (¿?).
Y especifique: físicamente viejos, porque viejo no debe ser sinónimo de descalificación, de incapacidad, de perdida, de limitación o de inservible; ¡Al contrario! Viejo es sinónimo de orgullo, de sabiduría, de conocimiento, de superación y de logro, entre otros muchos calificativos. Con todo esto ¿Te empiezas a ubicar…? ¿Si…? Pues entonces: Y tú: ¿quién eres? ¿Niña adolescente, o adolescente niña? ¿Adolescente joven o joven adolescente? ¿Joven adulto o adulto joven? ¿Adulto viejo o viejo adulto? O bien: sabio en equilibrio: ni muy, muy. Ni tan, tan. ¡Perfecto!. De eso se trata: de buscar un equilibrio. Y para ello tenemos que hacer un diagnóstico, sobre nuestras tres edades (cronológica, física y mental), Y así; nos podremos dar cuenta, si nuestro equilibrio integral, no es el adecuado (Joven de 25, con un físico de 35 y una mentalidad de 18). Por eso; cada quien debe hacer su propio diagnóstico, para ubicarse, y en caso de ser así, aceptar en lo que estés mal, para hacer algo. Porque el equilibrio integral, de estas tres edades, se relaciona con la felicidad total.
Y al tratarse de la felicidad, te voy a hacer los siguientes comentarios:
La edad cronológica, se debe relacionar con la aceptación. Los años que tengas. Acéptalos con orgullo, y vívelos con más orgullo, para dejar huella de tu existencia. Y recuerda: ¡que la edad, no marca el fin de la vida! Lo que marca el fin de la vida: es lo corto, o lo largo del camino que seguimos, para perderla o para alargarla en felicidad.
Edad Física: Estar bien en lo físico: amar, apreciar y cuidar nuestro cuerpo. Alimentándolo con lo que se debe de alimentar. No privarlo de nada. Simplemente teniendo cuidado con lo que le damos. Porque cualquier cosa, por muy buena que sea, en exceso, le causa daño. Tomar en cuenta el peso, que es la guía corporal. Utilizar el ejercicio, para fortalecerlo, prefiriendo sacrificar una reunión importante, por un encuentro contigo mismo. Ten cuidado con lo que le haz dado demás, y escucha su protesta. El espejo no miente, las enfermedades tampoco. Porque las enfermedades no son para morir, son para vivir. Porque cuando escuches la primera protesta de tú cuerpo, por una enfermedad, es que te está invitando a corregir: el corto camino que sigues, por el largo camino del bien estar.
Realiza la prospectiva o futuro corporal. ¿Cómo te vez…? ¡Como sea! No te rechaces. ¡Pero haz algo por ti! Con lo natural, ejercicio. Y no con lo milagrosamente ficticio. Porque las máscaras, se caen. Y el resultado de un cuidadoso ejercicio, permanece. ¿Cómo te quieres ver…? Pues empieza. ¿Cómo te ven..?. No importa: Tú y tu opinión, son lo más importante. Pero… ¡haz lo que tengas que hacer!
Edad mental: Es la capacidad de pensar con un espíritu equilibrado. El tener plena conciencia de tu relación con los demás, empezando primero contigo mismo o contigo misma. En la mente se fortalece, la imaginación y el conocimiento: de lo espiritual, el amor; lo familiar, el sentimiento, lo social, lo académico, la conducta, el gran cultivo de las ciencias y las letras, y por consecuencia, el equilibrio del temperamento y del carácter, en la inteligencia y la voluntad de las personas, con un espíritu, también equilibrado; deseoso de lograr la grandeza de primera, y no una grandeza de segunda, que forma personas materialmente completas, con vacíos muy profundos en su interior.
Estar bien y en equilibrio en las tres edades: nos permite fortalecer nuestra verdadera identidad, partiendo de nosotros mismos, en base al valor de la autoestima (Sentirse orgulloso u orgullosa de cómo eres y cómo piensas, reconociendo tus capacidades y limitaciones), haciéndonos personas, personas humanas, que buscamos nuestra felicidad. Y en la heteroestima: preparándonos a recibir y a dar; el amor y la felicidad que sentimos.
Para Fortalecer y equilibrar tus tres edades, te regalo estas frases de la escala de la Autoestima. Autorespeto: puedo engañar a todos, menos a mí mismo(a); Autoaceptaciòn: No debo ni quiero ser como nadie, porque prefiero ser yo misma (o); Autoevaluaciòn: Aprecio mi vida, porque valgo mucho; Autoconcepto: Soy una persona simple, o importante, pero…, al fin persona; Autoconocimiento: porque me conozco, se de lo que soy capaz…
Se capaz. ¡Tú vales mucho!
Hasta la próxima.
