Primera parte
Y para dar continuidad a la previsión y a la prevención, de la drogadicción en la familia y el hogar, en seguida; la primera parte de:
EL BESO PREVENTIVO
En una reunión, me encontré platicando con varios padres de familia, que estaban muy preocupados por la problemática social existente. Y me di cuenta que lo que más les preocupaba, era el problema de las adicciones. Que desde mi punto de vista, no es un problema aislado o que de inmediato se presente como tal. Ya que es un problema, que se va apoderando de los malos estados emocionales, de las dificultades económicas, sociales, sentimentales y familiares. Y si a esto le aunamos la falta de mecanismos sentimentales de defensa, la mediocridad emocional, la fragilidad emocional, el desconocimiento de factores de protección. Con esto nos podemos dar cuenta, que desgraciadamente, es un problema; que incluso, puede tener su origen en las propias familias. Por eso yo sentí la necesidad de platicar contigo, para decirte que el origen de las adicciones, tu lo puedes detectar, al escuchar y observar a tus hijos e hijas, al atreverte a imponer el beso preventivo, ¡Tú tienes el mando como padre o madre!; aprovéchalo en este momento, y nunca lo pierdas, ¡Haz valer ese mando natural que la bondad de Dios te da por el hecho de ser padre o madre! A los hijos y a las hijos: ¡No los sujetes mucho, ni los aprietes demasiado…, porque se van!; ¡No los sobreprotejas ni los liberes del todo…, porque se van ¡Aprende a amarlos cuando de amor se trate, y a sancionar, cuando la sanción sea justa…, como un correctivo excepcional y no como un castigo permanente. ¡Impón tu orden, cuando de orden se trata!, ¡Sé líder para guiarlos por el mejor camino! ¡No te dejes manipular ni chantajear por sus ingenuos caprichos!, ¡No compres cariño, porque después no te alcanzará para comprar una vida!, ¡Ámalos para que te amen! ¡Comprende lo que debas comprender! Y compréndeme a mí en lo que te oriento. Porque sé que cuando se pierde el mando: es como dejar al barco sin timón y por consecuencia sin rumbo. Y una familia sin rumbo, es como una familia sin proyecto de vida; como un pasado sin presente, y un presente sin futuro.